Botánica Sistemática
Se denomina Botánica
Sistemática o Taxonomía Sistemática a la ciencia que incluye la Identificación,
Clasificación y Nomenclatura de las plantas; por lo tanto un taxónomo es
reconocido internacionalmente como una persona que identifica, clasifica y
nombra objetos de origen biológico.
Algunos botánicos pioneros usaron el
término taxonomía en un sentido más restringido, aplicándolo a los principios de
un sistema de clasificación. Aún hoy, algunos autores prefieren diferenciar los
términos, en cuyo caso la sistemática se define como el estudio y descripción
de la diversidad de los organismos vivientes, de las causas y consecuencias de
la variación y la manipulación de la información obtenida para producir
sistemas de clasificación. La Taxonomía queda restringida al estudio de la
clasificación, sus principios y prácticas. En general Taxonomía y Sistemática
son actualmente usadas como sinónimos.
Identificación o Determinación es dar
nombre a un organismo por referencia a una clasificación existente, con ayuda
de bibliografía o por comparación con un organismo de identidad conocida. En
algunos casos, luego de eliminar las posibilidades de que sea semejante a un
elemento conocido, podría ser determinado un nuevo organismo para la ciencia.
La nomenclatura no está involucrada en el proceso de identificación.
Clasificación es el proceso de establecer y definir agrupaciones sistemáticas.
Implica ordenar a las especies en clases. Una Clase es un grupo formado por
individuos que poseen diversas características comunes. La existencia de
características comunes refleja, por lo general una relación entre los miembros
de una clase; las clases constituirán en definitiva, un sistema. Las relaciones
naturales de las plantas, pueden expresarse de dos maneras: se dice que hay una
relación fenética o formal cuando las plantas están vinculadas entre sí por un
gran número de caracteres comunes o formas y una relación es filogenética
cuando las plantas están relacionadas por tener antecesores comunes.
Historia
de los clasificados
Clasificación
Utilitaria: en los primeros tiempos el hombre comienza a conocer
diversas plantas que estaban asociadas a su existencia, así llega a diferenciar
plantas alimenticias, medicinales, religiosas y venenosas. Se trata de una
clasificación utilitaria, porque las clases formadas tienen su fundamento
únicamente en el uso o utilidad. Con el paso del tiempo y a medida que el
hombre ampliaba sus conocimientos sobre las plantas, el progreso de la
microscopía, las teorías evolucionistas, el redescubrimiento de las leyes de
Mendel, etc., se abandona la clasificación utilitaria y se hacen evidentes
distintos períodos:
Período de los Sistemas
Artificiales, estos se basan en una elección arbitraria de determinados
caracteres que servirá para establecer las relaciones o diferencias entre los
organismos. Se inicia con Teofrasto (371 – 286 AC.), quién agrupó al Reino
Vegetal en cuatro categorías: árboles, arbustos, subarbustos y hierbas. Esta
etapa culmina en 1753 con la aparición de “Species Plantarum” de Carl Linneo
(1707 – 1778). Este afamado sabio sueco, da un impulso decisivo a la
sistemática al establecer la nomenclatura binomial, y reconocer a las especies
como unidad básica del sistema. En esa época se consideraba que la especie era
inmutable y creada por un ser superior. Dentro de este criterio fijista, se
atribuía la variabilidad individual observada en los organismos, como el
resultado de las diferencias climáticas y edáficas.
Período de los Sistemas
Naturales, se inicia con las obras “Genera Pantarum” (1764) de Linneo y
“Familia des Plantes” (1763 – 1774) de Adanson. Ya por entonces se llega a la
conclusión de que era necesario el empleo de un numero grande de caracteres
para determinar las relaciones “naturales” de la plantas, además va ganando
adeptos la idea de la mutabilidad de las especies. Sin embargo prevalecía el
criterio evolucionista y el concepto sobre las relaciones de parentesco se
mantenía en la nebulosa. La publicación más importante, en estos tiempos fue
sin dudas “Théorie Elémentaire” (1813) de A. P. De Candolle, quien sostenía que
podía producirse una variación en la flor y que ésta se debía a un cambio del
“modelo básico”. Cuando Charles Darwin (1809 – 1882) da a conocer su teoría de
la evolución en su “Origen of Species” (1855), llegan a su fin los Sistemas
Naturales.
Período de los Sistemas
Filogenéticos. A partir de este enunciado se abandona el concepto de la
inmutabilidad de las especies y que habían sido creadas independientemente unas
de otras, y se lo reemplaza por el de que las especies están constituidas por
poblaciones (conjunto de individuos que intercambian libremente sus factores
genéticos) y que estas poblaciones pueden variar en el proceso de reproducción
para dar origen a descendientes con determinados caracteres diferentes. Se
formula entonces la hipótesis que todos los organismos vivientes están
relacionados o emparentados entre sí por provenir de formas ancestrales
sencillas, las que en el transcurso de la historia de la vida sufrieron
alteraciones para dar lugar a la diversidad de formas actuales.
En el año 1900 se redescubren las leyes de la
herencia de G. Mendel (1882 – 1884), siendo estos estudios genéticos los que
esclarecen el mecanismo de la evolución. Dentro del Sistema Filogenético se
encuentra varios esquemas de clasificación, entre ellos el primero fue el de
Eichler (1875). Las obras de Engler y Prantl y de Bentham y Hooker tuvieron
gran aceptación mundial, los principales herbarios en nuestro país están organizados
según Engler y Prantl.
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